Es
 casi imposible que todo el mundo te quiera en cualquier área de la 
vida, así que imaginaros lo realmente complicado que debe de ser en un 
mundo que levanta tantas pasiones como el del mundo del fútbol. QUINI 
era, no hay duda alguna, una de las rarísimas excepciones que lo 
conseguía. No importaban los colores, las ciudades... allá donde el 
Sporting iba, con su delegado (y emblema) a la cabeza, la gente se 
rendía y lo acogía con inusuales muestras de cariño y aprecio. Las 
merecía TODAS.
Cuando eres de un equipo como el Sporting, que no 
suele competir por trofeos importantes salvo en raras excepciones, los 
héroes que lo representan cobran una importancia aún más extraordinaria.
 Muchos no lo entenderán, y yo lo comprendo, pero no hay ninguna copa o 
premio que me pudiera hacer sentir más orgulloso que QUINI, que CASTRO, 
que PRECIADO... porque hay trofeos que se guardan en vitrinas y hay 
otras cosas que llevas contigo para siempre, te hacen mejor y te forman 
como eres como persona. 
Incluso en momentos de zozobra, como 
aquel nefasto video con cámara oculta donde gran parte de la cúpula del 
Sporting hacia el ridículo y avergonzaba a su afición, la presencia de 
QUINI se mantenía firme, no sólo impoluta sino además resplandeciente. 
Fútbol, sentido común y nobleza en mitad del caos. El Sporting siempre 
podía seguir abrazando sus valores en la figura de QUINI y sintiendose 
orgulloso de él.... 
QUINI trasciende el fútbol. Conozco mucha 
gente que detesta este deporte, que no le interesa lo más mínimo, pero 
que adoraba a QUINI. No hablo de Gijón, ni siquiera de Asturias, habló 
de cualquier parte. Y es que aunque Enrique Castro era uno, la gente 
vivió muchos "quinis".... QUINI es el héroe de los Pichichi y los goles 
imposibles, QUINI es el del secuestro que acabó perdonando a sus 
captores, QUINI es el que perdió su heróico hermano (¡vaya familia de 
cracks!), QUINI es el que nos dio ascensos y nos llevó a pelear ligas 
pero también ayudó a quitarnos una Copa del Rey, QUINI es el mejor 
embajador que un club ha podido tener... pero para mí, y para muchos 
muchos muchos aficionados al Sporting, QUINI es símbolo de lo que 
significa este club y uno de los muchos motivos para seguir amándolo.
En la edición 50 del FICX, en un pase fuera de concurso de la sección 
Gran Angular Asturias, estrenamos el documental El Brujo frente al 
espejo centrado, por supuesto, en QUINI. Ese día, aunque ya le habia conocido antes como comenté aquí, charlé un par de veces
 más con él, una de ellas después del pase de prensa de la película, y 
aproveché para que nos hicieran esta foto juntos que, si no me equivoco,
 ya os mostré en algún lado. La que no habia enseñado nunca hasta ahora 
es la posterior, la del abrazo con QUINI... un abrazo que llevaba casi 
40 años de admiración, agradecimiento y orgullo acumulados y que no era 
consciente que Nacho Carballo,
 en plan intrepido paparazzi, estaba documentando también. Y no sabe lo 
que se lo agradezco. Hoy sí es un buen momento para compartirla, porque 
QUINI también prefería hablar de los momentos de alegría que de los de 
tristeza, y ese para mí fue un momento de mucha alegría. Aquí está...
 


 
 
 
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