Sigue la NOCHE DE CULTO DE JESÚS PALACIOS, que suma ya doce ediciones, sirviendo de reunión anual para los cinéfagos más destacados de la ciudad de Avilés aunque, por supuesto, son bien recibidos al aquelarre cinematográfico los visitantes de cualquier latitud que suelen acercarse también. Por tercera vez dentro del Celsius 232, este año tiene un protagonista fundamental: CHRISTOPHER LEE... al que recordaremos a través de tres películas, menos recordadas dentro de su extensísima filmografía pero totalmente imprescindibles para los amantes del género.
Será el sábado 1 de agosto a partir de las 23:30 en la Sala de Conferencias de la Casa de Cultura. Una invocación al actor desaparecido como bien describe en su texto (en verde) el propio Jesús Palacios...
"Dicen que ha muerto,
pero no es verdad. No puede ser cierto, nos negamos a creerlo… De hecho,
sabemos que no es así, porque “no está muerto lo que yace eternamente y con los
eones extraños incluso la muerte puede morir”. Los eones extraños ya hace un
par de años que llegaron, o sea, que Sir Christopher Frank Cardini Lee -¡eso
son nombres y no los de ahora!-, por pura lógica lovecraftiana, tiene que
seguir vivo de alguna forma, en alguna dimensión desconocida, bajo algún
disfraz astral. ¿Cómo podrían morir Drácula, Sherlock Holmes, el Duque de
Richleau, Saruman o el Conde Dooku? Nosotros vamos a invocarlo para que esté
presente, si no de cuerpo, si en espíritu, imagen, palabra y obra, en esta nueva
Noche de Culto a él consagrada. Lo haremos, naturalmente, no con vulgar magia
de andar por casa, a través de películas de sobra conocidas, vistas y revistas,
por buenas que sean, sino utilizando la alta nigromancia espectral del Cinema bis más puro y duro. Porque solo
las películas olvidadas, malditas y maldecidas por críticos y espectadores
ignaros, pueden obrar la genuina magia necesaria para resucitar entre nosotros
al Señor de las Tinieblas. Solo gracias al idioma jeroglífico y esotérico de la
Tradición Hermética del cine psicotrónico, de exploitation y bizarre,
fuera del alcance de torpes aprendices de brujo seguidores de Lucas o Jackson,
conseguiremos volver a ver al verdadero, único e inmortal Christopher Lee. Una
Noche de Culto solo para Iniciados, capaces de soportar la visión de un ídolo
del fantástico, resucitado de entre las cenizas de la Serie B para reinar
eternamente. ¡Amén!"
A continuación os dejo el menú que podréis degustar:
EL HOTEL DEL HORROR (The City of
the Dead). Director: John Llewellyn Moxey. Intérpretes: Patricia Jessel, Dennis Lotis,
Christopher Lee. Reino Unido, 1960. Blanco y negro, 78 m.
V. O. S. E.
La primera producción
de los fundadores de la Amicus Films en Inglaterra, cuando todavía se llamaban
Vulcan Productions. Un thriller
satánico en atmosférico blanco y negro, con brujería, asesinatos, rituales
diabólicos en la Inglaterra profunda y sorpresas inesperadas, que incluyen más
de un pasmoso parecido razonable con la estructura narrativa y argumental del Psicosis de Hitchcock, fechado ese mismo
año 1960. Pero el Tío Hitch no tenía a Christopher Lee, y nosotros, sí.
EL JUSTICIERO ROJO (La vergine di Norimberga). Director: Anthony M. Dawson (Antonio Margheritti). Intérpretes:
Rossana Podestà, Georges Rivière, Christopher Lee. Italia, 1963. Color, 83 m.
V. E.
Christopher Lee no fue
sólo una estrella del terror británico, sino internacional. En pleno apogeo de
la coproducción, rodó en Italia, a las órdenes del incombustible Antonio
Margheritti, esta pieza de gótico latino que se decía falsamente basada en
Edgar Allan Poe –era la época del ciclo Corman/Poe-, pero que invoca en
realidad los horrores auténticos del Holocausto nazi. Colores suntuosos,
Rossana Podestà, un viejo castillo y Christopher Lee deforme… ¿se puede pedir
más?
LA MONJA POSEÍDA (To the Devil a
Daughter). Director: Peter Sykes. Intérpretes: Richard Widmark, Christopher Lee, Honor
Blackman. Reino Unido, Alemania, 1976. Color, 91 m. V. O. S.
E.
Se cierra el círculo
mágico: otro thriller ocultista,
basado en una novela del escritor de misterio y aventuras Dennis Wheatley,
amigo personal de Lee, donde un veterano Richard Widmark se enfrenta a una secta
de inspiración crowleyana. La última película Hammer antes de su paso a la
televisión, injustamente menospreciada como una “imitación” de la fiebre
satánica desatada por El exorcista.
Nada más lejos de la realidad, como su aire de familia con La novia del diablo (The
Devil Rides Out, 1968) y la presencia de una Nastassja Kinski casi niña
como dios (o el diablo) la trajo al mundo, confirman. ¡Hágase justicia!
¡¡Nos os perdáis una de las noches más cinematográficamente inolvidables del año avilesino!!
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