De sobresaliente se puede catalogar el crecimiento del Salón de Getxo edición tras edición, consolidándose poco a poco como una de las más interesantes citas comiqueras de final de año. Algo que dada mi implicación en el mismo no puede sino llenarme de alegría.
La mejor muestra objetiva de este crecimiento es la cifra de asistentes, que con 15000 visitantes arroca un incremento del 25% respecto al año anterior, así como el número de stands que también fue superior este año a pesar de coincidir con el siempre controvertido Expocomic. Más subjetivo, pero no menos importante, es el crecimiento en lo que a autores asistentes se refiere, aumentando en número y menteniendo la alta calidad y diversidad de años anteriores.
Mención aparte merece la cercania del Salón de Actos (dentro del mismo recinto, perfectamente integrado en él y no alejado o escondido como sucede en eventos similares) y lo concurrido y variado de las actividades paralelas, gracias a la calidad y al éxito de las proyecciones (sin duda mérito del director Borja Crespo, curtido en múltiples batallas culturales similares) así como a la fidelidad de las asociaciones de Manga, que como siempre aportaron colorido y acción.
Para empezar con mi particular crónica del evento advertiré que, como en todas las anteriores, me centraré menos en el aspecto formal y serio (para eso ya tenéis otros foros y pronto podréis leer las crónicas en las revistas especializadas), centrándome en aquellas cosas que me llamaron la atención y de las que, habitualmente, no tendréis información en otros lugares. Vamos allá....
Mi llegada a Bilbao fue el jueves 1, un día antes del comienzo del evento, llegando al excelente Hotel Nervión justo para cenar con Koldo Azpitarte, Raúl Sastre y el guionista americano Joe Kelly. La cena fue amena y divertida, siendo el cómic uno de los temas de los que menos se habló ya que las relaciones entre hombres y mujeres fueron el tema estrella de este primer encuentro. De regreso al Nervión no me pude resistir a compartir con vosotros la sensación que me embargaba de estar en el pasillo del hotel de la película El Resplandor, así que hice esta foto para que lo podáis ver teniendo en cuenta que tuve que poner el flash al máximo para que se viera algo, pues el pasillo estaba realmente bastante oscuro y tétrico (y si, no se alcanza a ver el final).
La mañana siguiente, tras reunirme con Ángel de la Calle y Germán Menéndez (con lo que toda la organización de las Jornadas de Avilés se reunió en una salida que puede convertirse en tradicional a la vista de lo bien que lo pasamos) esperé a que Carlos Ezquerra y su esposa llegaran para irnos a comer a Getxo, en un restaurante cercano a la carpa de 2500 metros cuadrados donde se celebra todo, para asistir por la tarde al Salón donde esperaban a Ezquerra un equipo de Antena 3 para hacerle una entrevista, no en vano este evento tiene una más que interesante difusión en los medios nacionales. Allí, nada más llegar, vi varios stands entre los que el que más me llamóla atención fue el del concurso de cómic Noble Villa de Portugalete, que alcanzó recientemente ni más ni menos que su edición número decinueve y que, como siempre, editó un catálogo con todas las obras premiadas que repartía gratuitamente.
El sábado me tocaba actuar como moderador en tres mesas redondas (por la mañana con Horacio Altuna y de tarde con Joe Kelly y Pascual Ferry primero y con Carlos Ezquerra después) por lo que no me puedo quejar en lo que a actividad se refiere, pero de todos modos me quedó tiempo para caminar por el recinto y hacer algunas fotos como estas en la zona Manga....El domingo tocó la visita al museo Guggenheim. Este año fuimos Horacio Altuna y su mujer, Pascual Ferry, Joe Kelly, Raúl Sastre, Germán, Ángel y yo, que llevaba la misión de fotografiar para un amigo "eso tan guapo" que hay a la puerta del museo. Como una vez llegué allí me entraron las dudas sobre a que se referiria saqué dos fotos para no equivocarme.....
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Por otro lado, aunque este año las exposiciones eran muchísimo menos interesantes que las del año pasado, si que hubo una titulada Hablando con las Manos de gran nivel, en la que además Ángel pudo ver una foto de Weston en la que salía fotografiada su adorada Tina Modotti. Jugándome el tipo, especialmente porque ya me habían advertido anteriormente que no sacase fotos dentro del museo, saqué esta instantanea una vez que Ángel recuperó la compostura minimamente.
La noche del domingo fue para las despedidas tras la clausura del Salón de este año. Muchas anécdotas divertidas, contactos profesionales y noticias que quedan al desbuerto, han animado esta estancia. Una de estas bombas informativas os la podré contar a principios del año próximo y tiene como coprotagonista a Joe Kelly, del que os dejo esta foto que nos hicimos juntos y que muestra como pasa el tiempo desde que estuvieramos juntos en septiembre de 1998 en Avilés, es decir, muy benevolentemente ¿o que pensábais?
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Como ya he dicho ¡el año que viene más!