De cuando en cuando, curioseando por internet, veo material de George Pérez en sus mejores momentos (decir mejores momentos hablando de él es referirse a décadas, en realidad) y sigue alucinándome. No solo por la calidad del dibujo en sí, donde ha interpretado como nadie el concepto de cómic de grupo de superhéroes, sino por el amor por el medio y el respeto al aficionado que destila cada trazo que da. Algo que destila también en persona del primer instante al último. Pues eso, que vi esta página en blanco y negro de su etapa en Los Vengadores junto a Kurt Busiek y me apetecía compartirla con vosotros.
Bola Ocho, de Daniel Clowes (parte 10). La conclusión de Como un guante de
seda forjado en hierro
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El décimo número de Bola Ocho supuso el final de Como un guante de seda
forjado en hierro con la que Daniel Clowes nos dejo ver en profundidad su
particul...
Hace 23 horas
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