De cuando en cuando Chris Weston, por placer o por un encargo como en este caso, aprovecha su estupendo estilo realista para realizar algún trabajo relacionado con el mundo del cine y hoy, después de mostraros ayer como el talento de un estudio de diseño puede hacer un cartel maravilloso (en el caso de la película El Hombre Hormiga en Rusia), aprovecho para reivindicar el poder de los carteles realizados a mano, aunque sea como opción alternativa al más standard. Y de pocas maneras mejores se pueden subrayar estas palabras que con algún ejemplo, como esta versión Chris para la película Blazing Saddles -en España Sillas de montar calientes-, de Mel Brooks. Aquí os lo dejo...
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