Aunque desde que se inauguró oficialmente el Niemeyer ya se han celebrado varios conciertos allí, la banda sonora original que aún sigue formando parte de esos días en la cabeza de todos los asistentes nos lleva a la ciudad de Nueva Orleans, a principios del siglo XX y al jazz clásico que allí se tocaba.
Woody Allen y la New Orleans Jazz Band comenzaron en Avilés su gira europea ya que Allen, muy vinculado a Asturias en general y al Centro Niemeyer en particular, no quería dejar pasar la oportunidad de que su nombre quede relacionado para la eternidad con la primera actividad realmente desarrollada en la plaza para un público que, rondando los 10.000 asistentes, resistió hasta las inclemencias metereológicas y que, al final, agradeció con sinceros aplausos el nuevo regalo de Allen a una ciudad que ya usó como escenario cinematográfico (en Vicky Cristina Barcelona), en la que hizo el estreno mundial de su última película (Conocerás al hombre de tus sueños) y a la que ha visitado en varias ocasiones más.
Woody Allen y la banda tocan cada lunes en el Hotel Carlyle de Manhattan, y asistir cuesta 77 euros (que sube para entradas preferentes). En su viaje por Europa los precios oscilaban entre los 20 de la entrada más barata en París a los 160 de Berlín, aunque se han ofertado entradas a precios superiores. En Avilés la asistencia fue libre, algo que sin duda hay que agradecer a los organizadores y a los intérpretes.
Que Allen está enamorado de esta música resulta evidente y, aunque modestamente se considera un amateur la realidad es que es un interprete que se defiende sin maestría pero con solvencia, y suya era la banda sonora de El Dormilón. Además si veis el documental Wild Man Blues o recordáis que su nombre viene por el larinetista Woody Herman, pues tendréis aún más claro que tocar no es un simple hobby para el director norteamericano.
La ciudad se rodeo, esa misma noche, de actividades relacionadas con el jazz, la música de las películas de Woody y asuntos parecidos, durante toda la noche. Una noche que ya queda para el recuerdo, para el grato recuerdo de un estreno por todo lo alto.
Dar las gracias, como siempre, a Marieta por las fotos.
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