Como cierre de las actividades del fin de semana inaugural de Centro Niemeyer de Avilés se estrenó el auditorio con una charla de Kevin Spacey y de Joan Manuel Serrat, moderados por el director del centro Natalio Grueso.
Kevin Spacey ya me impresionó el año pasado en su actividad en el teatro Palacio Valdés, demostrando no sólo ser un perfecto conocedor de la comunicación y un dominador de la escena, sino además un artista reflexivo, con las ideas muy claras y con la capacidad de transmitir sus ideas de una forma tan amena como precisa. Junto a su análisis del papel importante de la cultura como motor económico evidente y no sólo como elemento de lujo a quitar ante el primer recorte, o junto a su visión de la importancia de los silencios en el teatro y en la narrativa en general, contó algunas anécdotas maravillosas en las se animó a imitar a Jack Lemmon o a Ian McKellen.
Joan Manuel Serrat estuvo también ingenioso, con anécdotas interesantes y respuestas más que sensatas, ofreciendo una valoración de lo que un centro como el Niemeyer puede y debe ofrecer, junto a anécdotas de sus conciertos en sudamérica o de su paso por el mundo del cine. La barrera idiomática no permitió el diálogo más fluido del mundo, por el lógico retraso de la traducción simultánea, aunque ambos tuvieron momentos conjuntos muy brillantes.
Sobra decir que este lujo de charla, con dos representantes de primerísimo nivel del mundo de la cultura, sirve para hacerse una perfecta idea del nivel de algunas de las actividades que se celebrarán en el auditorio y, por supuesto, ambos garantizaron ya su cercano regreso a Avilés. ¡Les estaremos esperando!.
Tan solo me queda dar las gracias a Rocío por cederme estas fotos para compartir con vosotros.
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